Estoy aquí para ayudarte
a hacer más rentable
tu Finca Rústica
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tu Finca Rústica
Creo en otra forma de hacer las cosas en el campo y me mueve poder ayudar a sacar adelante tu historia, porque detrás de cada proyecto hay una vivencia, un motivo más allá de sólo ganar dinero, una vida unida al campo, una pasión…
Porque TODAS las fincas son especiales y diferentes, y pueden ser rentables.
Sin embargo, el reto está en dominar la gestión integral y eficiente de fincas para empezar a conseguir mejores resultados y tener la vida que siempre has soñado.
Ese es mi trabajo y estoy deseando ayudarte.
Entonces, si no se consiguen mejorar los resultados, ¿por qué se siguen haciendo las cosas igual?
Soy Juan Casado, ingeniero, gestor de fincas y formador en gestión eficiente y profesional de fincas.
Precisamente esta fue la pregunta que me hice en 2012 cuando comencé a gestionar mi primera finca.
La gestión que comencé a realizar era la que todo el mundo hacía, con adaptaciones, pero prácticamente igual.
Tras la primera campaña, analicé los datos de rendimientos y me di cuenta que la finca no podía seguir en ese rumbo ni un minuto más. Estábamos entre la espada y la pared: desde las casas comerciales que nos vendían los productos a un precio disparado hasta las industrias que nos compraban el producto al precio que mejor les convenía.
Era en una situación donde parecía que teníamos capacidad real de decisión pero que realmente eran otras personas las que dominaban nuestro negocio, ¿has sentido esto alguna vez?
Esto hizo darme cuenta de que necesitaba cambiar, empezando a realizar análisis detallados de cada una de las acciones que se llevaban a cabo en la finca. Pude ver cómo la gran mayoría no aportaban valor real a la finca y podían ser sustituidas por otros procesos que mejoraban mucho el nivel de gastos que teníamos.
Lógicamente, cuando empecé a hacer todo aquello que tenía programado para cambiar el rumbo de la finca, los vecinos, trabajadores y hasta el propietario comenzaron a decirme que estaba loco.
Sin embargo, ¿cuál era la alternativa? No la había.
En esos momentos pude sacar el coraje necesario para tirar con el proyecto adelante, recordando la valentía de mi abuelo en su trabajo en el campo. Una persona que fue innovadora para su época y el cambio no le daba miedo, decía que no tenía nada que perder. Compró la primera motosierra, el primer vibro,… siempre probando cómo mejorar, con sus correspondientes críticas.
Lo mismo me ha ocurrido a mí. Estaba loco hasta que los resultados comenzaron a llegar de forma importante en la siguiente campaña. Estamos produciendo más y con menos gastos. Además, el producto nos lo pagan más caro por ser de más calidad.
Por si fuera poco, no tenemos problemas con plagas y con enfermedades. De hecho, muchas de las plantas que se estaban secando las hemos recuperado y, ahora, producen con la misma intensidad que las demás.
Ahora, ¡Ya no estoy yo tan loco! De hecho, son los vecinos quienes comienzan a interesarse por el tipo de gestión que hacemos.
Y esto nos ha permitido pasar de las 120 primeras hectáreas que gestionábamos cuando empezamos a las más de 2.900 hectáreas de hoy.
Es indescriptible el sentimiento que tienes cuando ves lo que estás consiguiendo con una finca donde sabes que si no se hubiera cambiado la gestión hubiese llevado a su propietario a la máxima ruina.
Y sí, es posible conseguir todo esto para ti también. Pero para hacerlo es necesario cambiar la forma en la que ves y haces las cosas. ¿Sabes por qué?
Porque los resultados que obtienes con la finca son reflejo de ti como propietario o como gestor.
Está más que comprobado que el crecimiento de una empresa es directamente proporcional al crecimiento personal y profesional de las personas que la dirigen.
Por eso, la formación es fundamental para conseguir rentabilizar tu finca y hacer crecer tu empresa, es decir, tu finca.
Me encantaría ver cómo tú evolucionas y cómo tu finca evoluciona contigo.