¿Es más viable echar abono al suelo o es más interesante echar abono foliar al olivo? ¿Cuáles son las condiciones que determinan la viabilidad de la aplicación de abonos tanto al suelo como por vía foliar?

Según AEMO (Asociación Española de Municipios del Olivo) los costes de fertilización suponen al menos el 10% de los costes totales de un olivar y un 15-20% de los costes fijos (sin tener en cuenta la recolección). Aunque no es la partida más importante del presupuesto de gestión de una finca es una parte importante que tiene especial relevancia en la producción y en los resultados económicos finales.

Por ese mismo motivo, es muy importante conocer cuál es el método de fertilización más racional para una finca.

Por tanto, en este artículo vamos a ver cuál es la viabilidad del abono foliar del olivo y del abono al suelo de manera que puedas decidir qué es lo que más te interesa hacer en tu finca.

Desde siempre es conocida la función que tienen las raíces para absorber los nutrientes y el agua que necesita la planta. Sin embargo, desde hace ya algunos años el conocimiento que se está desarrollando sobre la nutrición foliar pone de manifiesto la gran posibilidad que existe de aportar abono foliar con un éxito mayúsculo.

¿Cuáles son las Diferencias entre el Abono Foliar con respecto al Abono para el Suelo?

Además de diferenciarse en la zona en la que se aplica el abono, es importante recalcar las siguientes diferencias:

• La nutrición foliar es más directa y rápida que el abonado del suelo.
• En el abono al suelo interviene los parámetros físicos, químicos y biológicos del suelo, resultando en muchos problemas para que la panta pueda asimilar correctamente el abono.
• El abono para el suelo se puede aplicar a mano o de forma mecanizada, sin embargo, el abono foliar hay que aplicarlo mediante atomizador o pulverizador.
• El abonado al suelo supone un coste muy alto cada año y, como veremos más adelante, no da los resultados suficientes para justificar esta operación. Por el contrario, el abono foliar es más barato y genera buenos resultados desde el momento 0.

¿Qué Condiciones hay que tener en cuenta para un buen Abonado Foliar?

Aunque aplicar abono foliar al olivo es la manera más directa de nutrir la planta, es importante conocer una serie de reglas que hay que tener en siempre en cuenta:

• No tratar con abonos foliares cuando:
  • La planta tenga estrés hídrico
  • En pleno invierno
  • En floración
• Es más eficaz usar concentraciones de nutrientes menores y dar más tratamientos que aplicar pocas veces y con la cuba muy cargada
• La asimilación de los nutrientes es mejor a temperaturas suaves y con una humedad relativa ambiental media-alta
• La mayor asimilación se da cuando las plantas tienen hojas nuevas en su copa
• A mayor diversidad de nutrientes menor cantidad hay que aplicar de cada uno de ellos para conseguir los mejores resultados debido al efecto de sinergia que hay entre ellos
• Los productos de origen orgánico tienen una tasa de asimilación mayor y son más efectivos que los de síntesis química
• Revisar las incompatibilidades posibles entre los nutrientes. Para ello, mirar la etiqueta del producto y consultar con un técnico especializado

Como consejos personales para los tratamientos foliares:

• No siempre los productos más caros son los mejores. De hecho, lo más importante es mirar la composición del abono foliar y sacar una comparativa objetiva.
• No te dejes distraer por nombres raros en la composición del producto. En la mayoría de ocasiones los productos más simples son los más baratos y los que mejor resultado dan.
• Ten en cuenta que ciertos nutrientes, como los microelementos, se asimilan muy mal si no van quelatados o acompañados por alguna materia orgánica

¿Cuál es el mejor Abono Foliar para el Olivo?

El mejor abono foliar para el olivo tiene que tener las siguientes características:

• Ser fácilmente soluble
• Diverso respecto a la cantidad de nutrientes. Es importante aportar el NPK + microelementos para que todo funcione correctamente
• Aportar materia orgánica o agentes quelantes para facilitar la asimilación del abono foliar por el olivo

Como es lógico, estos requerimientos sólo se pueden conseguir aportando diversos abonos foliares y no un único abono. Además, para que el tratamiento foliar sea efectivo todos ellos deben de ir en armonía y bajo unas condiciones técnicas apropiadas.

¿Qué Condiciones hay que tener en cuenta al Aplicar Abono para el Suelo?

Aunque la mayoría de abonos para el suelo se han diseñado con la visión de facilitar la asimilación por parte de la planta, hay que tener en cuenta que estos abonos tienen que pasar por un elemento muy importante que es el suelo.

El suelo es un organismo muy complejo que tiene actividad física, química y biológica. Esta actividad del suelo unido a las propiedades del propio abono que se aplique repercute de una forma decisiva sobre la viabilidad técnica del abonado para el suelo.

Aunque la forma de reaccionar el abono está directamente relacionada con las características de pH y textura del suelo, vamos a ver de forma general qué ocurre cuando aplicamos abono al suelo:

#1. Debe llover de forma rápida y abundante.

Los abonos químicos para el suelo se presentan en forma de sales, requiriendo abundante agua para poderse disolver y moverse a lo largo del perfil del suelo donde se localizan las raíces de las plantas.

¿Qué pasa si no llueve en los días posteriores a aplicar el abono para el suelo?

Que el abono comienza a degradarse de forma importante, perdiendo eficacia y concentración de nutrientes. Por ejemplo, son muy susceptibles a la falta de agua los abonos nitrogenados, perdiendo gran parte de su contenido en nitrógeno por volatilización.

¿Qué pasa si no llueve de manera abundante?

Los análisis marcan que los años que no se registra una cantidad importante de agua de lluvia no se registran tampoco mejoras en la producción del cultivo.

#2. Problemas de Volatilización.

Los abonos químicos para el suelo se presentan de forma común como sales de amonio, nitratos o urea. Uno de los problemas que presentan este tipo de abonos son los problemas de volatización del nitrógeno.

Por ejemplo, en suelos alcalinos la urea se transforma en Carbamato de amonio que rápidamente se convierte en amoniaco y se volatiza, perdiéndose una buena parte del nitrógeno que habíamos aportado.

#3. Problemas de Lixiviación.

La parte fértil del suelo, denominada coloide o complejo arcillo-húmico, tiene una carga eléctrica negativa. Lo que quiere decir que atrae a las moléculas con carga positiva pero repele las de carga negativa.

Por ejemplo, el nitrógeno en forma de nitrato tiene carga negativa y al no ser retenido por la parte fértil del suelo es fácilmente lixiviado. De hecho, aquella parte del nitrógeno que no tome la planta de forma inmediata es lixiviado o perdido a través del agua de escorrentía.

#4. Problemas de fijación en el Coloide.

Como hemos dicho anteriormente, la carga eléctrica negativa del suelo retiene fuertemente los nutrientes que están cargados positivamente. Este hecho hace que a pesar de realizar aplicaciones de potasio (por ejemplo) en el suelo la planta no perciba los efectos beneficiosos del abonado potásico al quedar fijado por las partículas negativas del suelo.

#5. Problemas de Bloqueo.

Tanto a pH alto como a pH bajo, el fósforo es un elemento que de forma fácil y rápida queda bloqueado en el suelo a través de la formación de compuestos insolubles. Por eso, las aplicaciones de fósforo químico al suelo tienen una repercusión muy escasa en el cultivo. Este hecho también suele ocurrir con la aplicación de microelementos.

#6. Problemas de Acidez.

Además de todo lo anterior, ciertos abonos para el suelo tienen la capacidad de elevar o disminuir su pH.

Por ejemplo, el sulfato amónico (comúnmente conocido como el 21%) tiene la capacidad de acidificar el suelo que entra en contacto con él. Este hecho puede tener buenos efectos en suelos alcalinos pero, por el contrario, un efecto muy perjudicial en suelos ácidos.

Entonces, ¿Es más Viable echar Abono Foliar o Abono para el Suelo?

Teniendo en cuenta lo que dice la ciencia y lo que he podido ver en propia experiencia la respuesta es el ABONO FOLIAR.

Según la ciencia, para que el abonado químico para el suelo tenga una cierta eficacia (al menos en olivar) es necesario realizar aportaciones constantes durante muchos años, que las aportaciones se realicen días antes de que se produzcan episodios de lluvia y que la lluvia caída tenga una cuantía importante como para permitir el movimiento del abono en el suelo. En definitiva, es una operación muy ineficaz.

Para que entiendas que es lo que dicta mi experiencia te voy a exponer el último caso, de los muchos que me han pasado así:

Una finca que lleva aportando abonos químicos al suelo durante los últimos 10 años. Ese mismo año, por cuestiones organizativas e internas de la propia finca se dejan los tratamientos de primavera sin hacer. ¿Cuál fue el problema? En junio tenía una deficiencia de nitrógeno y potasio galopante.

Y podrás pensar, bueno eso es un caso aislado…

La verdad es que no. La mayoría de personas que conozco que no han seguido un buen plan de abonado foliar, le ha pasado factura. Más aún si el año es seco.

¿Entonces qué hago yo para darle una Nutrición Completa a las Plantas?

Lo que yo hago en todas las fincas es lo siguiente:

• Abono para el Suelo: materia orgánica en cantidad. No sólo incorpora nutrientes al suelo sino que también es un mejorador increíble de las propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo.
• Abono Foliar: aportes con nutrientes orgánicos, diversos y en cantidad suficiente para satisfacer las necesidades propias del cultivo. Mientras más diversos los nutrientes mejor resultará el tratamiento.

Y ya para finalizar me gustaría hacer una breve reflexión.

Es cierto que los precios del aceite de oliva están limitando mucho la rentabilidad de las fincas. Sin embargo, existen muchas cosas a nivel interno (como ser más eficiente con el abonado) que nos permiten ahorrar muchos costes y nos van a permitir conseguir un rendimiento económico extra que nos ayudará al mantenimiento de la finca.

Siempre hay algo que nosotros mismos podemos hacer para cambiar el rumbo de nuestra finca. Lo más interesante es empezar a trabajar en ese sentido.

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