La rentabilidad de una explotación agrícola, como un olivar, una plantación de almendros o aguacates, depende principalmente de la producción por hectárea que se pueda conseguir y del coste unitario al que se consiga esa producción.

Es por este motivo por el que la mayor parte del trabajo de un productor o agricultor va encaminado a la búsqueda del aumento de la producción en su finca. Sin embargo, muchas veces se busca este aumento de la producción sin reparar en los costes, lo que hace que el productor no salga del bucle de la dependencia, es decir, produce más pero más caro, por lo que no gana más y, encima, tiene más riesgo.

Por ello, en este vídeo quiero exponerte los 3 puntos clave que determinan la productividad de una finca agrícola.

#1. La disponibilidad de agua en el suelo

Para el crecimiento de la planta y el desarrollo de la cosecha, la planta necesita agua.

La cantidad de agua que necesita depende principalmente de su volumen de copa. Este volumen de copa determinará también la cosecha que esa planta va a tener.

A mayor volumen de copa mayor necesidad de agua tiene la planta pero también mayor cosecha va a tener.

Por ello, tener plantas con volúmenes de copa muy altos en suelos flojos o arenosos es un error, puesto que la planta no va a tener agua disponible para tanta copa. Esto hará que el árbol tire hoja y reduzca de forma importante su cosecha.

Pero claro, el suelo que tienes es el que tienes. Lo puedes mejorar, pero no lo puedes cambiar. Sin embargo, la forma en que manejes el suelo puede determinar que durante el período crítico, que es el verano, el árbol tenga mayor disponibilidad de agua y, por tanto, mayor capacidad de producción.

Así lo importante es evitar tres pérdidas de agua:

  1. Percolación profunda al no ser capaz el suelo de retener el agua.
  2. Por evaporación directa desde el suelo
  3. Por escorrentía

La única vía que nos interesa que el agua salga del suelo es por medio de la planta, es decir, a través de la transpiración. Esta es la única forma útil de aprovechar el bien tan valioso que tenemos como es el agua de lluvia.

Para evitar estas tres pérdidas es necesario conseguir una buena cobertura del suelo y una buena estructura orgánica del mismo. Fíjate en esta gráfica.

diferentes manejos

Puedes ver como un buen manejo del suelo permite que tengas una mayor cantidad de agua en el suelo disponible para la planta. La línea de la derecha son suelos cubiertos orgánicos y las dos de la izquierda son suelos desnudos labrados y sin labrar. Mientras más a la derecha mayor cantidad de agua hay acumulada, por eso, un suelo cubierto y orgánico es mucho más eficiente en el uso del agua que los suelos desnudos.

 

#2. Los problemas con plagas y enfermedades

Las plagas y las enfermedades generan pérdidas de producción y, por tanto, pérdidas económicas al productor. Por ello, es necesario tener plantas fuertes y sanas para que sean productivas.

¿Cómo se consigue esto?

Con un suelo supresivo.

Si quieres saber qué es un suelo supresivo puedes registrarte gratis a nuestra conferencia online sobre las 3 Claves de la Productividad y la presencia de plagas y enfermedades.

Un suelo supresivo además de aportar todos los elementos nutritivos que necesita una planta también tiene una diversidad microbiológica tal que suprime la afección de enfermedades de raíz.

Te podrás preguntar, ¿qué tiene que ver los elementos nutritivos con la salud de la planta?

Está demostrado que las plantas que más sufren ataques de plagas son las plantas débiles, siendo estas plantas aquellas que no tienen una nutrición suficiente.

Por suficiente no me refiero a Nitrógeno, Fósforo y Potasio. La planta necesita muchos otros elementos para que pueda funcionar correctamente y estar sana.

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También, te podrás preguntar: ¿qué tiene que ver la diversidad microbiológica del suelo con evitar enfermedades de raíz?

Yo mismo he visto con mis propios ojos como tras manejar el suelo de una forma eficiente y devolver en cantidad y diversidad los microorganismos al suelo, se consigue una reducción notable e inmediata de enfermedades de raíz como el Verticilium  o Phythopthora.

De hecho, desde hace muchos años hay muchas investigaciones científicas que demuestran cómo los suelos con diversidad microbiológica producen la supresión de enfermedades de raíz como el Verticilium.

 

#3. La nutrición completa y equilibrada

La nutrición no es sólo básica para la salud de la planta, sino que es imprescindible para conseguir buenos resultados productivos.

En este caso no estoy hablando del Nitrógeno, el Fósforo o el Potasio. Me refiero a otros micronutrientes que también tienen una función esencial en la planta.

Por ejemplo, el Cobalto, es un elemento radioactivo que la planta necesita para sintetizar una vitamina que le ayuda a la defensa contra plagas y enfermedades.

Ahora pensarás que vas a ver la forma de echar cobalto, ¡Error!

El suelo tiene todo lo necesario para alimentar a la planta, lo que seguramente falten en el suelo son los cocineros de la planta, es decir, los microorganismos.

 

Tener en cuenta estas 3 claves en la gestión en tu plantación hará que consigas mayor producción gastando menos dinero. Parece una utopía, sin embargo, lo que estamos haciendo es que la naturaleza trabaje para nosotros. Estamos fomentando los procesos naturales y, por tanto, nos estamos ahorrando tener que gastar dinero en algo que ya nos da el campo de forma totalmente natural y gratuita.

Si quieres profundizar más sobre este tema te recomiendo que veas nuestra conferencia gratuita que se denomina Las 3 Claves de la productividad de tu finca y la presencia de plagas y enfermedades.

 

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